CRUZANDO EL MAR HACIA LA LIBERTAD

La historia del éxodo y el cruce del Mar Rojo es una de las historias de salvación del Antiguo Testamento. Sigue de cerca el día de la Pascua y continúa la historia de las plagas. Toda esta historia se cuenta como una contienda entre YHWH y el Faraón, con la cuestión de quién tiene la historia correcta sobre quién controla la vida.

Cuando YHWW se presentó a Moisés por primera vez, Moisés quiso saber quién era y la respuesta
de YHWH fue: «Yo Soy o Yo seré», y la forma en que sabrás quién soy es cuando los esclavos sean
liberados. El Faraón hizo la misma pregunta cuando Moisés fue y le dijo que dejara ir al pueblo, pero
con un giro un poco diferente. El faraón lo plantea así: «¿Quién es YHWH para que deje ir al pueblo?».
La respuesta es la misma tanto para Moisés como para el faraón. Ellos sabrán quién es YHWH cuando
los esclavos sean liberados y hayan salido completamente de Egipto.

La historia que quiero que veamos aquí es lo que sucedió el día después de la primera Pascua. En la noche de la primera Pascua, el Faraón y todo su pueblo perdieron a su primogénito porque se negaron a celebrar la Pascua. Si esto parece duro, tenemos que recordar que al principio de esta historia el faraón era el que quería que mataran a todos los bebés varones israelitas porque temía que algún día se marcharan y entonces ¿quién haría el trabajo? El deseo del faraón de matar a los bebés lleva directamente a la muerte de su hijo (ojo por ojo).

En la Pascua, cuando mueren los primogénitos, el faraón echa de Egipto a los esclavos israelitas. Quiere que se vayan porque son demasiado caros para mantenerlos. Así que se van y la meta es la tierra prometida de Palestina para cumplir lo prometido a Abraham, Isaac y Jacob. Sin embargo, Dios no los condujo por el camino más corto. Hay una ruta que discurre por el norte de Egipto y no se tarda ni siquiera en recorrerla. Sin embargo, YHWH los conduce hacia el sur y todo el viaje dura 40 años en lugar de una o dos semanas. Hay mucho que aprender en el desierto. Éxodo 13:17 nos dice que una de las razones era que si Israel enfrentaba una batalla todo el pueblo querría regresar a Egipto. Sabemos que Egipto era una fuerza importante en esa época y tenía varios fuertes a lo largo de la ruta del norte.

En la Pascua, cuando mueren los primogénitos, el faraón echa de Egipto a los esclavos israelitas. Quiere que se vayan porque son demasiado caros para mantenerlos. Así que se van y la meta es la tierra prometida de Palestina para cumplir lo prometido a Abraham, Isaac y Jacob. Sin embargo, Dios no los condujo por el camino más corto. Hay una ruta que discurre por el norte de Egipto y no se tarda ni siquiera en recorrerla. Sin embargo, YHWH los conduce hacia el sur y todo el viaje dura 40 años en lugar de una o dos semanas. Hay mucho que aprender en el desierto. Éxodo 13:17 nos dice que una de las razones era que si Israel enfrentaba una batalla todo el pueblo querría regresar a Egipto. Sabemos que Egipto era una fuerza importante en esa época y tenía varios fuertes a lo largo de la ruta del norte.
La historia nos cuenta que Dios los guiaba mediante una nube durante el día y una columna de fuego durante la noche. Entre Egipto y el desierto donde YHWH habló por primera vez con Moisés había una zona pantanosa, conocida como el Mar Rojo. Creo que la mayoría de las Biblias usan el término Mar Rojo, pero luego tienen una nota al pie que dice Mar Rojo. Lo que entiendo que sucedió es que Israel es guiado por Dios alrededor de esta zona pantanosa y cuando el Faraón se entera de a dónde se dirigen, piensa que están atrapados. Cuando los esclavos salen de Egipto, su economía se detiene y el faraón no puede imaginar una nueva forma de hacer las cosas. A nosotros nos pasa lo mismo, cuando llegamos a una situación nueva normalmente queremos volver a lo que había en lugar de imaginar algo nuevo. Entonces, ¿quién es el Faraón y cuál es su visión del mundo?

Tenemos que recordar que una de las razones dadas al Faraón para dejar ir al pueblo era que necesitaban ir al desierto y adorar a YHWH allí. Para el Faraón esto era un problema, no solo que el pueblo tendría que tomar tiempo libre de su trabajo. Eso era un problema en sí mismo porque en la opinión del Faraón no había suficientes bienes para todos así que tenía esclavos construyendo ciudades para almacenar su riqueza. Pero hay otro aspecto que si entramos en el mundo del Faraón nos dirá mucho sobre él. En su mundo la gente común no iba al templo a adorar. El culto y las ofrendas eran sólo para la élite en el mundo del faraón. Como alguien ha dicho:

El faraón no ve ninguna razón para que todos participen en el culto al Señor. Al igual que su mundo «secular» está organizado de forma jerárquica, autoritaria y totalitaria, también lo está su mundo religioso. Son los dirigentes religiosos -en este caso los varones adultos- los que deben ir a servir al Dios israelita. El pueblo debe quedarse atrás, esclavizado, pasivo, y esperar que los sacerdotes hagan bien los rituales, y así asegurar las bendiciones de su dios o dioses.

https://www.myjewishlearning.com/article/equal-before-god/

El faraón se veía a sí mismo en lo más alto y, por tanto, no veía la necesidad de cambiar nada. Creo que, por eso, cuando piensa que sus antiguos esclavos están ahora perdidos y en un lugar donde puede atraparlos fácilmente, se pone en marcha para hacerlo. Así es como yo entiendo la escena: Israel tiene la zona pantanosa al este de ellos y al otro lado está al libertad, pero cómo llegar allí es el problema. El faraón lo sabe y piensa que ésta es mi oportunidad de recuperarlos y que entonces las cosas volverán a ser como siempre. Así que el faraón reúne a su ejército de carros y se pone en marcha. En aquel tiempo, los carros eran los tanques de su época. Sería como enviar los tanques a la plaza de Tiananmen. Todo terminaría en poco tiempo y los que que daran estarían más que felices de volver a ser esclavos. Tanto el faraón como los antiguos esclavos así lo creen. Sin embargo, esta historia no termina así.

Dios en la nube se mueve entre los israelitas y el ejército egipcio y le dice a Moisés que extienda su bastón y toda esa noche sopla un viento y por la mañana el Mar de las Cañas se divide en dos. Los israelitas pueden cruzarlo en seco y así lo hacen. Sinembargo, cuando el Faraón intenta hacerlo algo va mal con sus carros y el agua vuelve y el Faraón perdió allí a su ejército. ¿Te has parado a pensar por qué está aquí esta historia? Es una historia muy extraña, pero aparece en varios lugares de la Biblia. Puede que sea un poco diferente, pero deberíamos ser capaces de verlo. Tal vez el primero que se te ocurra sea Jesús cruzando el Mar de Galilea dormido en la barca. Sus discípulos temen que la tormenta les ahogue. Despiertan a Jesús y éste les dice: «Tranquilizaos» y las aguas se calman. Una vez que han cruzado, se encuentran con este hombre lleno de demonios y cuando Jesús está en el proceso de expulsarlos, pregunta a los demonios cómo se llaman y ellos responden Legión. Legión es un término militar. A partir de ahí, tanto en Marcos como en Lucas se nos habla de Jesús alimentando a grandes grupos de personas en el desierto y luego yendo a una montaña y escuchando allí la voz de Dios. Se pueden escuchar muchas más referencias a esta historia en el AT y el NT. Pero creo que tenemos que hablar de esta historia a la luz de lo que sabemos sobre el faraón y el significado que habría tenido para la gente a la que fue escrita. Estoy en deuda con Rikki Watts por haberme hecho reflexionar en este sentido.

En primer lugar, ¿quién es el Faraón y qué pensaba de sí mismo? ¿Qué entendía de su mundo y de su lugar en él? Es como nosotros: actuamos según lo que entendemos sobre quiénes somos y cuál es nuestro lugar en este mundo. Si crees que no tienes ningún valory que el mundo es un lugar sin sentido, te vuelves desesperanzado, pero si crees que hay sentido y esperanza, trabajamos para hacer de éste un lugar mejor.

Veamos su mundo:

La siguiente imagen que quiero ver es la de Ra viajando por el mundo subterráneo y luchando contra la serpiente cada noche. Si Ra ganaba la lucha, el sol saldría del Mar de los Juncos por la mañana, pero si el sol no brillaba significaba que la serpiente había ganado por el momento. La serpiente representaba el caos y si ganaba podía significar que las aguas por encima de Nut y las aguas de debajo del mundo unirán sus fuerzas y toda la creación podría deshacerse.

El problema de un mundo plano siempre fue cómo volvía el sol al este. Así que mi entendimiento es que, durante el tiempo de Moisés, Ra viajaba bajo el mundo cada noche para salir por el este. ¿Recuerdas qué había al este? Era el Mar Rojo.

Ahora bien, si observamos un templo egipcio de la época nos llena de los últimos detalles de la cosmovisión del faraón. Los templos son largos y estrechos como el río Nilo, pero generalmente están orientados de este a oeste, porque el sol sale por el este. En algún lugar del lado este hay un estanque de agua hecho por el hombre. Los sacerdotes lo utilizaban para lavarse, pero probablemente también representaba el Mar de los Juncos, de donde salía el sol por la mañana. Al entrar en el templo hay una rampa que demuestra que los egipcios creían que la tierra se elevaba del agua como una pirámide. Cuando se entra en el templo propiamente dicho, se llega a un grupo de pilares sobre los que hay cañas talladas, lo que demuestra una vez más la importancia del Mar de las Cañas. Al entrar en el templo se llega al lugar donde se encuentra la imagen del dios.

El culto era para los sacerdotes y los gobernantes y no para el pueblo común. Aunque el faraón no pasara mucho tiempo en el templo, todo se hacía pensando en él por que se le consideraba la imagen del dios del sol Ra en la tierra. Así que el faraón era adoadro y considerado un dios mientras vivía. Mientras que como cristianos creemos que la creación empezó en algún momento del pasado, para los egipcios la creación ocurría cada día después de que Ra viajara en su barca por el inframundo, derrotara a la Serpiente del caos y se levantara del Mar de las Cañas para empezar el nuevo día. Así que, de alguna manera, se consideraba que el faraón tomaba parte en esto, porque él y Ra estaban estrechamente conectados. ¿Qué tiene que ver esto con nuestra historia del éxodo?

Por la mañana, cuando el faraón ve que el mar Rojo se divide justo al salir el sol, ¿qué crees que pasa por su mente? Esta es su historia, la que ha contado y oído y visto en las paredes de sus templos. ¿Qué es lo que hace? envía sus carros al mar dividido para descubrir rápidamente que se equivocó de historia. Es YHWH quien divide las aguas y no Ra o el Faraón.

Entonces, ¿qué hay para nosotros en esta historia? ¿O tal vez debería decir quiénes somos? En primer lugar, si queremos entender bien nuestra Biblia, tenemos que conocer su contexto cultural y, si no lo hacemos, la malinter pretare mos en perjuicio de la gente. Nuestra historia es que nosotros, todos los humanos estamos hechos igualmente a imagen de Dios y como tales todos somos iguales, hombres,mujeres, todos,ocomo dice Pablo en Gal. 3:28:

Ya no hay judío ni griego, ya no hay esclavo ni libre, ya no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.

Gal 3:28

Y en Ef 2:14 leemos que ‘el muro que divide ha sido derribado’, este es el muro en el templo que mantenía fuera a las mujeres y a los no judíos.

Sin embargo, en el libro del Éxodo leemos sobre la esclavitud. Cuando entendemos la esclavitud de la forma en que se describía en Egipto y la comparamos con la forma en que los israelitas debían tratar a sus esclavos, hay una gran diferencia. En la Biblia, si tu esclavo es infeliz puede quedar libre. Tenemos que ver la proyección de hacia dónde va la historia porque en la época del NT, tu esclavo es tu hermano o hermana y debe ser tratado como una hermana o hermano y no como un esclavo. La historia de la Biblia avanza hacia una libertad cada vez mayor y nosotros tenemos que seguir avanzando en la misma dirección porque la historia no termina.

Creo que nosotros, como imagen de Dios, tenemos que estar en el mismo negocio que Dios. Dios se dedica a liberar a las personas, no sólo del pecado, sino también de las cosas que las esclavizan. La historia del éxodo es uno de los mejores ejemplos que tenemos de ello. Creo que tenemos que derribar muros o dividir el mar para que la gente pueda ser liberada, no importa si están en la frontera entre Estados Unidos y México o entre Israel y los palestinos. En Canadá tenemos nuestros propios problemas que hay que resolver. Para ello, necesitamos escuchar las historias de la gente, no para poder darles consejos porque entonces no estamos escuchando, sino para comprender de verdad. Es la manera de entrar en la vida de las personas, y eso es lo que hace Dios, que entró en esta historia. Oyó sus gemidos y luego estuvo presente en todos los entresijos, y muchas veces los entresijos eran muy feos. Dios está a favor de dar plena libertad a los que no la tienen, como las minorías, las mujeres y otras personas oprimidas. Como cristianos, demasiadas veces perdemos nuestra vocación de liberar a la gente y nos dedicamos a construir muros, no sólo de acero y cemento, sino estructuras económicas, que alimentan el racismo y la guerra. Los fuertes quieren tener el control de la historia, pero Dios nos llama a vivir una historia diferente. Los que decimos seguir la historia de Dios tenemos que dividir el mar y derribar muros viviendo lo que Miqueas llama:

Oh pueblo, Yahveh te ha dicho lo que es bueno, y esto es lo que exige de ti: que hagas lo que es justo, que ames la misericordia y que camines humildemente con tu Dios.

Miqueas 6:8

Cuanto más se acerca nuestro mundo a la guerra, más importante es que rompamos muros y dividamos las aguas de la opresión.

Escrito por Jack Vogt

Traducido por Hector Nieblas Grijalva