REFLEXIONANDO SOBRE 2022 MIRANDO HACIA 2023

Este año ha sido muy complicado», es una frase que he oído varias veces. Es cierto; este año ha sido muy, muy complicado. Suena mejor que decir que este año ha sido horrible. Al decir que ha sido complicado implica que no todo ha sido un caos. Puede que muchas cosas hayan sido complicadas, pero decir que ha sido complicado implica que puede que también haya habido algunas cosas buenas en medio de un año caótico. También implica que en el próximo año puede haber cosas mejores y que todavía podemos tener algún tipo de esperanza.

Para muchas personas en el mundo, significa que han abandonado sus hogares y están buscando otro lugar para vivir donde puedan tener una vida más fácil. México es un paíslleno de personas de muchas partes del mundo que intentan llegar a Estados Unidos porque creen que allí la vida será mejor. Esperan poder enviar dinero a sus familias para ayudarles. Sin embargo, se están dando cuenta de que es un viaje muy difícil.

También podemos sentirnos traicionados por los acontecimientos que han sucedido. El cambio suele ser duro, sobre todo cuando no lo habíamos planeado. Los cambios pueden traer cosas buenas y malas. Por eso el cambio es complicado. Sé que este año hemos pasado por muchos cambios y no estamos seguros de hacia dónde va todo. Donde el cambio es más duro es cuando sentimos que los amigos nos han traicionado. A veces nos han hecho sentir culpables de lo que ha pasado cuando no era culpa nuestra. ¿Qué debemos hacer cuando ocurren este tipo de cosas?

Cuando hemos superado cambios, ¿qué nos ayuda a seguir adelante? Escuché a algunos cristianos de Ucrania contar sus historias. Ellos están atravesando momentos mucho más difíciles de lo que puedo imaginar. Uno de ellos mostró la casa en la que vivía y ahora está destruida por las bombas. Otra contaba que iba al hospital a buscar a su marido herido. Otros contaron que cuidan a niños cuyos padres han muerto en la guerra. El día de hoy tienen poca calefacción en sus casas y las luces no funcionan la mayor parte del tiempo, y allí ahora hace frío con la nieve. ¿Qué les da esperanza para seguir viviendo y luchando? Ellos se dicen a sí mismos que algún día el enemigo será derrotado y volverán a reconstruir su país. También cuentan historias de cómo, en medio de todos sus problemas, el reino de Dios está creciendo y que están encontrando nuevas formas de servir a su creador.

La Biblia cuenta historias de gente que mantuvo la fe a pesar de sufrir mucho y con vidas muy complicadas. Job me viene a la mente como una persona que sufrió y no tenía ni idea de por qué le pasaban todas las cosas malas. Pero mantuvo la fe incluso mientras discutía y le reguntaba a Dios: «¿Por qué me ha pasado esto?». Al final se mantuvo fiel y Dios bendijo su fe. Dios nunca lo acusó de perder la fe cuando se preguntaba por qué le había sucedido esto.

El capítulo 11 del libro de Hebreos, está lleno de personas que vivieron en tiempos muy difíciles. Muchos de ellos nunca vieron cumplida la promesa de Dios en sus vidas e incluso algunos murieron a causa de la fe que tenían en Dios.

Sin embargo, quiero fijarme en otra persona que también mantuvo la fe a pesar de vivir en una época muy difícil y complicada. El apóstol Pablo es alguien con quien la mayoría de los cristianos están familiarizados. La razón por la que hoy quiero repasar brevemente su vida es porque tiene algunas palabras sabias para nosotros sobre cómo vivir en tiempos difíciles al entrar en un nuevo año.

En 2 Cor 11,22-12,10, Pablo defiende su apostolado ante los corintios. No lo hace enumerando todos los lugares en los que ha estudiado, o lo rico y famoso que se ha hecho; lo hace enumerando lo mucho que ha sufrido. La gente de su tiempo buscaba líderes que dijeran: «Mírenme y vean lo buena que es mi vida desde que empecé a seguir a Jesús». Pero Pablo tiene un enfoque diferente. Él dice, «Mira cuanto he sufrido desde que empecé a seguir a Jesús».

¿Son ellos hebreos? Yo también lo soy. ¿Son israelitas? También lo soy yo. ¿Son descendientes de Abraham? También yo. ¿Son siervos de Cristo? Sé que sueno como un loco, ¡pero yo lo he servido mucho más! He trabajado con más esfuerzo, me han encarcelado más seguido, fui azotado innumerables veces y enfrenté la muerte en repetidas ocasiones. En cinco ocasiones distintas, los líderes judíos me dieron treinta y nueve latigazos. Tres veces me azotaron con varas. Una vez fui apedreado. Tres veces sufrí naufragios. Una vez pasé toda una noche y el día siguiente a la deriva en el mar. He estado en muchos viajes muy largos. Enfrenté peligros de ríos y de ladrones. Enfrenté peligros de parte de mi propio pueblo, los judíos, y también de los gentiles. Enfrenté peligros en ciudades, en desiertos y en mares. Y enfrenté peligros de hombres que afirman ser creyentes, pero no lo son. He trabajado con esfuerzo y por largas horas y soporté muchas noches sin dormir. He tenido hambre y sed, y a menudo me he quedado sin nada que comer. He temblado de frío, sin
tener ropa suficiente para mantenerme abrigado.
Además de todo eso, a diario llevo la carga de mi preocupación por todas las iglesias. ¿Quién está débil sin que yo no sienta esa misma debilidad? ¿Quién se ha dejado llevar por mal camino sin que yo arda de enojo?
Si debo jactarme, preferiría jactarme de las cosas que muestran lo débil que soy. Dios, el Padre de nuestro Señor Jesús, quien es digno de eterna alabanza, sabe que no miento. Cuando estuve en Damasco, el gobernador bajo el mando del rey Aretas puso guardias en las puertas de la ciudad para atraparme. Tuvieron que descolgarme en un canasto por una ventana en el muro de la ciudad para que escapara de él.2 Corintios 11:22-33 NTV

Y luego, en 12:7-10, Pablo habla de su aguijón en la carne. Tres veces le pidió a Dios que se lo quitara, pero no lo hizo. ¿Cómo vivió Pablo en medio de todo esto? La vida nunca se le hizo más fácil porque en Filipenses 1:23 Pablo dice que para él vivir es Cristo y morir es ganancia. Cuando Pablo escribe la carta a los Filipenses, está de nuevo en la cárcel y esperando a ver si muere allí o no. Sin embargo, en medio de todo eso puede decir a los filipenses: Estén siempre llenos de alegría en el Señor. Lo repito, ¡alégrense!» (4:4). ¿Cómo puede decir esto?

Pero en medio de todos sus problemas, pone su mente en lo que es bueno porque en 4:8 dice:

Y ahora, amados hermanos, una cosa más para terminar. Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza.Filipenses 4:8 NTV

Cuando Pablo dice esto, se dirige a una comunidad. Nosotros como iglesia somos una comunidad y necesitamos pensar y actuar como una comunidad.

¿Cuál debería ser nuestro objetivo en el próximo año como comunidad? ¿En qué debemos pensar? Me gustaría sugerir 8 cosas por las que Jesús enseñó a sus discípulos a orar como grupo.

  1. Debemos saber que Dios es nuestro padre y se preocupa por nosotros.
  2. Tenemos que buscar su voluntad tanto si las cosas van bien como si van mal y, por lo tanto, tenemos que intentar buscar lo que Dios quiere.
  3. Necesitamos pedir las cosas que realmente necesitamos para la vida porque estas cosas vienen de Dios.
  4. Necesitamos buscar el perdón de Dios y de los demás cuando hemos hecho mal.
  5. Tenemos que vivir en el perdón perdonando a los demás, tanto si piden perdón o si no lo hacen.
  6. Debemos evitar las tentaciones que nos meten en problemas y para ello necesitamos la ayuda de Dios.
  7. Debemos recordar que vivimos para el reino de Dios y no para nuestro propio reino.
  8. Pase lo que pase, y no sabemos lo que nos espera, debemos dar gloria a Dios por lo que Él es.

Que Dios nos ayude en el próximo año a vivir esta oración:

Padre nuestro, que estás en los cielos
santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad;
así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Y perdona nuestras ofensas
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
Y no nos dejes caer en la tentación
más líbranos del mal.
Porque tuyo es el reino,
el poder y la gloria,
por los siglos de los siglos.
Amén

Anhelo que podamos experimentar la Vida

Escrito por Jack Vogt

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Traducido por Hector Nieblas Grijalva, Muchas gracias amigo!!!

Publicado por vogtjack

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