EL REGRESO DEL GRAN REY

A través de la historia, hemos podido observar grandes eventos que sobresalen en la historia de la humanidad, y sin duda, la llegada de Jesús es un evento que marcó la historia en dos.

Después de su resurrección, la fe en Jesús creció en muchas partes del mundo, no solo porque alguien que decía ser el Hijo de Dios había muerto y resucitado, sino porque también ascendió al cielo y reina junto con el Padre. Esto nunca antes lo había hecho un ser humano, y, además, Jesús prometió regresar.

LA FE EN EL GLORIOSO REGRESO

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El regreso de Jesús a la Tierra es una de las más grandes promesas de las Escrituras. Sin duda alguna, representa la esperanza viva y la confirmación de la fe en el Maestro como El Salvador para todos los cristianos.

Aunque para algunos esta es solo una creencia sin importancia, para quienes creemos en Jesús, es parte de la columna vertebral de nuestra fe en él. Sin duda, la segunda venida de Cristo es uno de las grandes interrogantes, por lo que se han escrito muchas letras al respecto. Teólogos, estudiosos y apasionados en la fe han intentado interpretar el momento de la venida, las señales y los testimonios bíblicos, con el propósito de responder a una pregunta que sigue en pie: ¿cuándo y cómo será?

LOS PROBLEMAS QUE ENFRENTARON LOS DISCIPULOS


Sin duda, durante muchos siglos, esta ha sido la gran interrogante para muchas personas que creen en el Maestro de la Vida. Incluso los apóstoles experimentaron y tuvieron que responder a esta pregunta de los primeros creyentes, quienes se enfrentaban a esta incertidumbre. Podemos observar a Pedro escribiendo su segunda carta a las iglesias ubicadas en Asia Menor, quien sospechaba que ya no le queda mucho tiempo de vida. En esta carta, Pedro alienta a los fieles, advirtiéndoles sobre las acusaciones y burlas de falsos maestros corruptos y de personas incrédulas ante la promesa de Jesús y su regreso.
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Queridos amigos, esta es la segunda carta que les escribo y, en ambas, he tratado de refrescarles la memoria y estimularlos a que sigan pensando sanamente. Quiero que recuerden lo que los santos profetas dijeron hace mucho y lo que nuestro Señor y Salvador ordenó por medio de los apóstoles. Sobre todo, quiero recordarles que, en los últimos días, vendrán burladores que se reirán de la verdad y seguirán sus propios deseos. Dirán: «¿Qué pasó con la promesa de que Jesús iba a volver? Desde tiempos antes de nuestros antepasados, el mundo sigue igual que al principio de la creación».

2 Pedro 3:1-4


También podemos observar a Pablo escribiendo a una congregación en la ciudad de Tesalónica, donde, junto con Silas, tras su trabajo según Hechos 17, un número de personas decidieron ser fieles a Jesús y formaron la iglesia en esta ciudad. Sin embargo, con el tiempo, los problemas comenzaron a aumentar, y uno de esos problemas surgió con Roma, porque los creyentes declaraban que Jesús era el verdadero Rey de todo y no el César.

Timoteo y otros hermanos griegos eran los encargados de proporcionar información sobre esta iglesia a Pablo, quien, al enterarse de los problemas que enfrentaban, les da ánimo para mantenerse fieles ante las interrogantes relacionadas con el regreso de Jesús. Dado que algunos de los creyentes ya habían muerto y otros habían sido asesinados por su fe en Jesús, el Rey del universo, Pablo les escribe para alentarlos y les dice:

Y ahora, amados hermanos, queremos que sepan lo que sucederá con los creyentes que han muerto, para que no se entristezcan como los que no tienen esperanza. Pues, ya que creemos que Jesús murió y resucitó, también creemos que cuando Jesús vuelva, Dios traerá junto con él a los creyentes que hayan muerto. Les decimos lo siguiente de parte del Señor: nosotros, los que todavía estemos vivos cuando el Señor regrese, no nos encontraremos con él antes de los que ya hayan muerto. Pues el Señor mismo descenderá del cielo con un grito de mando, con voz de arcángel y con el llamado de trompeta de Dios. Primero, los creyentes que hayan muerto se levantarán de sus tumbas. Luego, junto con ellos, nosotros, los que aún sigamos vivos sobre la tierra, seremos arrebatados en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire.
Entonces estaremos con el Señor para siempre. Así que anímense unos a otros con estas palabras.

1 Tesalonicenses 4:13-18

Sin duda alguna, este tema es muy importante para aquellos que hemos decidido seguir al Maestro de la Vida. A lo largo de los años, se han desarrollado diversas posturas para responder a las preguntas: ¿Cuándo y cómo será cuando Jesús regrese? Con base en mi tiempo de lectura y conocimiento de las Escrituras, he podido darme cuenta de que la forma de pensar de la iglesia en los tiempos actuales no es muy diferente a la mentalidad judía del primer siglo sobre la pregunta: ¿Cuándo y cómo será la llegada del Mesías?

Las conclusiones de muchos en aquel entonces estaban inspiradas por la idea de la restauración del reino de Israel, imaginando un rey que unificaría la nación, que expulsaría a los enemigos de su territorio, que mostraría el poder de Dios, que derrotaría a todas las naciones y que haría de Israel la capital del mundo. Sin embargo, podemos ver que Dios decidió sobrepasar las ideas preconcebidas de los judíos del primer siglo, mostrando que el Reino de Dios tenía un alcance y un propósito mucho más amplio y profundo.

EL PELIGRO DE LAS IDEAS PRECONCEBIDAS

https://es.m.wikipedia.org/wiki/Archivo:Charlie_face.JPG

En una ocasión, Charles Chaplin, el icónico actor y humorista del siglo XX más reconocido en la historia de Hollywood por su papel como Charlot, quien utilizaba un sombrero negro, un bigote diminuto, un traje de dos piezas y un bastón, ganó gran popularidad. Tanto así, que muchos artistas se disfrazaban de este personaje en los circos y teatros.

En 1915, Chaplin confesó al Chicago Herald una curiosa historia. Durante uno de sus viajes por San Francisco, se enteró de que habría un concurso de imitadores de Chaplin. El mejor imitador ganaría un premio, y, tentado por la idea, el humorista decidió inscribirse.

Llegó al concurso «tentado a darles lecciones de la ‘caminata de Chaplin’, por si acaso, y también deseando ver las cosas hechas correctamente». Así, Charles participó junto con otros trece hombres. Sin embargo, el jurado no quedó satisfecho con su imitación y fue descalificado, incluso, obtuvo la peor puntuación del grupo por no parecerse a Charlot. El gran ganador de ese concurso fue el actor y también humorista Milton Berle.

Milton Berle se parecía más al Charlot que se veía en las pantallas caminando rápido, que el propio Charles Chaplin caminando a velocidad normal, quien era el verdadero Charlot.

A veces, como creyentes, nuestra forma de pensar como fieles a Jesús puede estar más inspirada por lo que creemos comprender y por nuestras propias ideas preconcebidas, como pasó con las personas que esperaban al Mesías en el primer siglo. Ellos esperaban una figura más relacionada con guerras, riquezas y poder para someter a otros.

Por eso, cuando alguien habla acerca del regreso de nuestro Señor, normalmente pensamos en el rapto. Este tema se da por sentado en muchas congregaciones cristianas de todo el mundo, pero quizá Dios quiera sobrepasar nuestra comprensión de las cosas una vez más con respecto a la venida de Jesús.

Es interesante que la idea del arrebatamiento es, en realidad, muy reciente. Antes del siglo XIX, los cristianos no pensaban en que serían arrebatados secretamente al cielo antes de la Gran Tribulación. Recuerdo que durante mi infancia, la popularidad de los libros y películas conocidos como “Dejados atrás” de Tim LaHaye y Jerry Jenkins proliferó este conocimiento, influenciado principalmente por las iglesias norteamericanas. Pero LaHaye y Jenkins no fueron quienes crearon esta postura.

https://www.christianitytoday.com/history/people/pastorsandpreachers/john-nelson-darby.html

Estas enseñanzas surgieron del teólogo irlandés John Nelson Darby, quien fue un sacerdote de la Iglesia Anglicana. Inspirado por las lamentaciones de los reformadores protestantes de tres siglos antes, creía que la Iglesia de Inglaterra había perdido toda noción de la salvación por la gracia y que había abandonado las ideas bíblicas de lo que debía ser la Iglesia. Para Darby, era hora de empezar de nuevo con una nueva iglesia y prepararse para la inminente segunda venida de Jesús. La motivación de Darby fue una nueva forma de ver a la Iglesia y la historia, lo cual sigue influyendo en gran parte del pensamiento cristiano evangélico.

En 1909, la Biblia Scofield popularizó sus enseñanzas e impulsó la postura del premilenialismo, ya que John Nelson Darby es también identificado como el padre del dispensacionalismo, una corriente de pensamiento que plantea que el mundo empeorará cada vez más hasta que Jesús regrese para establecer un Reino de 1,000 años.

El motivo por el cual la enseñanza de John Nelson Darby se hizo tan popular fue porque, en 1829, hizo una predicción impactante: la reconstitución de Israel como nación. Aunque esta predicción no se cumplió hasta mediados del siglo XX, fue entonces cuando la Biblia Scofield se popularizó, incrementando su producción y distribución. Muchas personas pensaron que, si Darby pudo predecir algo tan significativo, entonces sus enseñanzas debían tener una comprensión correcta de las Escrituras.

Este hecho generó un gran interés y aceptación del dispensacionalismo, contribuyendo a la expansión de la creencia en el rapto y el premilenialismo en las iglesias evangélicas, y especialmente en Norteamérica. Aun así, es importante recordar que esta interpretación es solo una de las muchas formas en que los cristianos han intentado entender la segunda venida de Jesús y otros eventos escatológicos.

LOS DOS PASAJES PRINCIPALES

John Nelson Darby expandió esta idea y dijo que, cuando Jesús regrese, todos los creyentes, tanto vivos como muertos, serían llevados al cielo. Las enseñanzas sobre el rapto o arrebatamiento de John Nelson Darby se basan popularmente en dos textos del Nuevo Testamento: Mateo 24:36-41 y 1 Tesalonicenses 4:17. Para abordar este tema, es importante considerar el contexto, el género literario y preguntarnos: ¿Qué está diciendo el Espíritu de Dios por medio del autor de estos pasajes?

» Sin embargo, nadie sabe el día ni la hora en que sucederán estas cosas, ni siquiera los ángeles en el cielo ni el propio Hijo. Sólo el Padre lo sabe.» Cuando el Hijo del Hombre regrese, será como en los días de Noé. En esos días, antes del diluvio, la gente disfrutaba de banquetes, fiestas y casamientos, hasta el momento en que Noé entró en su barco. La gente no se daba cuenta de lo que iba a suceder hasta que llegó el diluvio y arrasó con todos. Así será cuando venga el Hijo del Hombre.» Dos hombres estarán trabajando juntos en el campo; uno será llevado, el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo harina en el molino; una será llevada, la otra será dejada.

Mateo 24:36-41

Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

1 Tesalonicenses 4:17

COMO EN LOS DÍAS DE NOÉ

En la película “Dejados atrás”, puedes ver la escena en la que intentan representar el pasaje de Mateo 24:39-40. Para LaHayes y Jenkins, aquellas personas que no fueron tomadas son las que enfrentarán un sufrimiento inimaginable, aunque podrían haber evitado ese destino si hubieran asegurado su fe a tiempo.

https://es.wikipedia.org/wiki/Diluvio_universal

De acuerdo con el Evangelio de Mateo, ¿qué significa ser tomado? ¿Cuál es la intención del autor al exponer este tema? Si leemos el contexto del texto, podemos observar con más detalle a quiénes se refiere el Maestro de la Vida.

» Cuando el Hijo del Hombre regrese, será como en los días de Noé. En esos días, antes del diluvio, la gente disfrutaba de banquetes, fiestas y casamientos, hasta el momento en que Noé entró en su barco. La gente no se daba cuenta de lo que iba a suceder hasta que llegó el diluvio y arrasó con todos.

Mateo 24:37-39

De acuerdo con las palabras de Jesús, ese momento será como en la historia de los tiempos de Noé, cuando Dios decidió actuar en contra de la maldad. Por lo tanto, deberíamos preguntarnos: ¿Quién en la historia es llevado y quién es dejado? La historia de Génesis 6-10 nos enseña que las personas que fueron tomadas fueron todas aquellas a quienes se les arrebató la vida por medio de las aguas del juicio de Dios.

Podemos observar que Jesús identifica a Noé como la persona que no es tomada, y lo conecta con el hombre que es dejado en el campo y la mujer en el granero, personas inocentes porque han sido fieles a Dios. Los autores bíblicos respaldan este pensamiento, ya que varios pasajes hablan sobre cómo Dios actúa contra la maldad y la elimina, mientras que los fieles son bendecidos.

Dios borró de la tierra a todo ser vivo: las personas, los animales, los animales pequeños que corren por el suelo y las aves del cielo. Todos fueron destruidos. Las únicas personas que sobrevivieron fueron Noé y los que estaban con él en el barco.

Génesis 7:25

Se alzará tu mano contra tus adversarios, y todos tus enemigos serán exterminados.

Miqueas 5:9

Pues el Señor ama la justicia y nunca abandonará a los justos. Los mantendrá a salvo para siempre, pero los hijos de los perversos morirán. Los justos poseerán la tierra y vivirán allí para siempre.

Salmo 37:28-29

Por lo tanto, los autores bíblicos expresan que aquellas personas que son retiradas o tomadas son consideradas culpables y son llevadas a juicio, mientras que las personas que son dejadas son aquellas que seguirán viviendo conforme a la voluntad de Dios en la tierra que Él les ha otorgado.

ARREBATADOS EN LAS NUBES

Otro pasaje utilizado para hablar acerca del arrebatamiento, que se considera la columna vertebral de la enseñanza de Darby, está directamente conectado con el regreso de Jesús. Se encuentra en la carta del apóstol Pablo a la iglesia de Tesalónica, en 1 Tesalonicenses 4:17.

Pues el Señor mismo descenderá del cielo con un grito de mando, con voz de arcángel y con el llamado de trompeta de Dios. Primero, los creyentes que hayan muerto se levantarán de sus tumbas. Luego, junto con ellos, nosotros, los que aún sigamos vivos sobre la tierra, seremos arrebatados en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire.

1 Tesalonicenses 4:16-17

Tal vez te percatarás que al leer este pasaje se habla de ser arrebatados en las nubes, pero te darás cuenta de que esto no parece ser un evento secreto, sino un acto muy público, lleno de euforia y anunciado por trompetas.

Sin embargo, si el regreso de Jesús del que está hablando Pablo no es un arrebatamiento secreto, entonces ¿de qué está hablando? Creo que el contexto cultural nos ayudará a entender mejor las palabras de aliento del Apóstol para la iglesia.

En la época del Nuevo Testamento, si un rey salía a pelear contra sus enemigos y regresaba a su reino victorioso, las personas salían de la ciudad a recibirlo con gran alegría y reunirse para entrar y celebrar juntos en la ciudad. La palabra utilizada en este pasaje es «apantēsin», que normalmente se usa para referirse a una reunión.

Además, es un término técnico utilizado en la época del Nuevo Testamento para describir una bienvenida pública a una ciudad que está siendo visitada. En estas ocasiones, la gente generalmente salía de la ciudad para encontrarse con el distinguido visitante y luego regresaba a la ciudad con él.

La escena que Pablo describe en estos pasajes ante las preguntas de los cristianos en Tesalónica es muy similar a la entrada triunfal del Maestro de la Vida cuando llega a la ciudad de Jerusalén, conocida también como el Domingo de Ramos, donde él fue recibido por las personas fuera de la ciudad e ingresa junto con el pueblo a Jerusalén.

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Al día siguiente, la noticia de que Jesús iba camino a Jerusalén corrió por toda la ciudad. Una gran multitud de visitantes que habían venido para la Pascua tomaron ramas de palmera y salieron al camino para recibirlo [hypantēsin]. Gritaban:
«¡Alabado sea Dios! ¡Bendiciones al que viene en el nombre del Señor! ¡Viva el Rey de Israel!»

Juan 12:12-13

Pablo utiliza esta idea inspirada en las prácticas de los súbditos del César y los reyes de su tiempo, donde normalmente se enviaba un grupo de personas con la misión de recibirlos fuera de la ciudad y luego entrar juntos. Al aplicar esta imagen, Pablo la relaciona con la llegada del Rey de reyes, Jesús, quien también será recibido por un grupo de personas que serán tomadas en las nubes para darle la bienvenida al que desciende de las nubes y lo escoltarán de vuelta a este mundo, donde Él establecerá su Reino de justicia y paz por siempre.

El regreso del Señor Jesús es inminente y completamente visible. Seremos tomados para reunirnos con Él y acompañarlo en su entrada triunfal en nuestro mundo como el Rey victorioso que es. El arrebatamiento del que nos habla Pablo no es una huida de los problemas de este mundo para ser llevados al cielo, sino un encuentro cara a cara con Jesús, uniéndonos a su obra redentora sobre todas las cosas.

El regreso de Jesús será algo glorioso, sin duda, pero surge la pregunta: ¿Qué pasará después? La enseñanza de John Nelson Darby lleva a una postura donde no viviremos más en la Tierra, lo cual puede llevar a problemas personales y comunitarios. Por ejemplo, si pienso que mi destino es estar en otro lugar, ¿por qué debería tener propiedades? ¿Por qué invertir en mi salud? ¿Por qué pasar tiempo en mi trabajo y escuela? ¿Por qué tener familia? ¿Por qué no solo esperar que todo termine? ¿Porque cuidar la Tierra? Si no viviremos mas aquí. Algunas personas han tomado estas preguntas al extremo y han renunciado a muchas cosas, como el respeto a personas y familias, el descuido de cuentas bancarias y la venta de todas sus pertenencias para derrochar el dinero.

Pieno que es importante reconsiderar el «por qué» a la luz de las Escrituras. En la Biblia, encontramos un momento muy importante para todos los seguidores del Maestro de la Vida, Jesús. En la famosa oración conocida como el Padre Nuestro, Jesús nos muestra que la creación sigue siendo relevante y significativa.

«Que tu reino venga pronto.
Que se cumpla tu voluntad en la tierra
    como se cumple en el cielo.

Mateo 6:10

Uno de los riesgos que implicaba el Reino del Rey Jesús para Roma era precisamente la columna vertebral de la fe cristiana: la resurrección corporal de Jesús y el Reino físico de Jesús establecido en la Tierra. Los imperios nunca se sintieron amenazados por aquellos que aseguraban que el mundo físico no era importante y que lo más importante era lo espiritual y otro mundo. Los primeros cristianos eran considerados traidores porque creían que Jesús resucitó y que reclamaba este mundo como suyo, y su Reino confrontaría la maldad de los opresores como Roma.

LA RESTAURACION DE TODO LO CREADO

Los autores del Nuevo Testamento comprendían cómo sería el Reino de Dios, inspirados por lo que el Antiguo Testamento dice sobre el actuar de Dios ante el caos y la rebelión (Génesis 12:3; Isaías 57; Salmos 86:9). Los profetas muestran que Dios no permanece de brazos cruzados ante la maldad humana en sus múltiples formas, sino que ha decidido confrontarla y traer restauración a la Tierra con su Reino.

La Biblia nos dice que Dios creó un lugar bueno, donde el Cielo y la Tierra eran uno, y Dios y el hombre convivían juntos. Sin embargo, todo cambió cuando la humanidad decidió tomar sus propias decisiones sobre cómo vivir. A lo largo del Antiguo Testamento, podemos ver un recorrido que apunta hacia la restauración de Dios para toda la creación, para todas las naciones o todas las familias de la Tierra, donde podrán disfrutar de la presencia de Dios como en el Jardín del Edén, donde el Cielo y la Tierra eran uno.

La carta de Juan para las iglesias de Asia Menor en el primer siglo transmite un mensaje de esperanza que responde a la pregunta sobre el regreso de Jesús y a otras dudas relacionadas con lo que sucederá después, ante la persecución y las pruebas que sufrían por su fe en Él.

Entonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían desaparecido y también el mar. Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo desde la presencia de Dios, como una novia hermosamente vestida para su esposo. Oí una fuerte voz que salía del trono y decía: «¡Miren, el hogar de Dios ahora está entre su pueblo! Él vivirá con ellos, y ellos serán su pueblo. Dios mismo estará con ellos. Él les secará toda lágrima de los ojos, y no habrá más muerte ni tristeza ni llanto ni dolor. Todas esas cosas ya no existirán más».

 Y el que estaba sentado en el trono dijo: «¡Miren, hago nuevas todas las cosas!». Entonces me dijo: «Escribe esto, porque lo que te digo es verdadero y digno de confianza».

Apocalipsis 21:1 -54


Esto es lo que he podido comprender de lo que la Biblia nos dice: el Cielo no es un lugar distante al que escaparemos un día para vivir eternamente allí mientras la Tierra sufre juicio y tribulación. Dios mismo es quien ha estado interesado en restaurar lo que un día se tuvo en el Jardín del Edén. Al parecer, no subiremos al Cielo, sino que lo más importante del Cielo vendrá a nosotros: Dios mismo estará con nosotros para siempre.

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